CRÓNICAS DE VIAJE
Crónica Módulo
1 Duitama
Marcela
Garzón
Sin tener precisión exacta sobre cuánto me demoraría en llegar a Duitama en flota,
madrugué después de una noche de ansiedad por ser la primera tallerista que abriría
el laboratorio en el 2015, me preguntaba: ¿Cómo será el lugar? ¿Cuántas
personas llegarán? ¿Qué expectativas tienen? ¡Cómo organizar tantas ideas que
tenía en la cabeza!
Con mi libreta en la mano, tomé el bus en el Portal
del Norte a las 6:00 a.m., repasé un poco adormilada la ruta de trabajo que
había trazado: Actividad, objetivo, desarrollo, reflexión; poco a poco me dormí
y al abrir los ojos pregunté si estaba cerca de Tunja, sorprendida la señora me
dijo que ya habíamos pasado y que estábamos llegando a Duitama, eran las 8:30 a.m
y la gente se había citado a las 10:00 a.m, llegué muy pronto y esa espera
prolongó mi ansiedad, mientras ubicaba
el sitio el tiempo parecía ser más lento.
Llegué al lugar en taxi, era la primera en llegar, me quedé sentada en
las escaleras y poco a poco comenzó a llegar la gente, quienes me preguntaban
qué haríamos y de dónde venía, entre otras cosas; llamé a Melvy quien me
acompañaría en este modulo, le pregunté por el teléfono del responsable del
lugar y lo llamé: Jhonnatan Bedoya, un joven de Palmira me contestó, muy amable
y sonriente me confirmó que ya llegaría con las llaves del lugar.
El grupo se completó sobre las 10:30 a.m., nos
ubicamos en un espacio improvisado porque el espacio previsto estaba ubicado en
un segundo piso y era difícil que Priscila, una de nuestras asistentes pudiera
acceder en su silla de ruedas; esto suscitó un diálogo en torno a la relación
existente entre las condiciones particulares de cada persona y las barreras que
impone el contexto.
Alistar los materiales y comenzar, instalar el
laboratorio… en eso pensaba, ¿Cómo contar quiénes somos y qué hacemos y porqué
esto es importante en colectivo?, es decir, no traemos un montón de información
para dictar una clase, si no que vamos construyendo dinámicas a partir de
cuestionamientos que detonan encuentros y formas de hacer desde el arte y la
educación artística.
Trabajamos hasta la una de la tarde, fuimos a almorzar
y a las 2:00 p.m. nos disponíamos de nuevo a trabajar, el grupo se mantuvo y
fue un trabajo juicioso y reflexivo.
Dormimos esa noche en un hotel de la ciudad, yo salí a
comer y volví a la habitación con algo menos de ansiedad por dictar el taller
el día siguiente.
Al otro día iniciamos temprano con una actividad
propuesta por una de las participantes lo que visibilizó el hecho de que el Laboratorio
se construye entre todos. Videos, conversaciones, cartografías, pintura, afecto
y sobre todo encuentro… logramos encontrarnos y dialogar sobre algo en común:
el arte y la diversidad en Duitama.
Crónica
Módulo 2 Duitama
Diana
Castillo
Mientras viajaba en la flota rumbo a Duitama, pensaba
en la relatividad del tiempo porque a pesar de haber llegado muy temprano al
terminal, el bus que tomé hizo todas las paradas posibles durante el camino; en
las casi cinco horas de recorrido pasé por muchos estados: primero me sentía
cansada y traté de dormir, pero no fue posible porque la angustia de llegar
tarde me rondaba la cabeza generándome un ruido que no me dejaba descansar;
después de la angustia pasé a la lógica haciendo cuentas exactas con minutos y
segundos, haciendo reglas de tres simples para poder calcular según la
velocidad del bus cuanto podría demorarse el viaje; sin embargo, en cada parada
los cálculos empezaron a variar hasta que perdí la cuenta; por último,
recordaba una frase que escuché alguna vez en la radio: “el tiempo viaja con
uno”, entonces me dije a mi misma: voy a comprobar esta teoría.
Respiré profundo recordando las clases de voz en la
universidad y me repetí: “sé que voy a llegar a tiempo”, siendo más un acto de
fe que otra cosa; para sorpresa mía la fe si mueve montañas y a pesar de todas
las paradas el bus llego a las 9:30 a.m al terminal de Duitama.
Tomé un taxi y le indiqué hacia donde iba, el camino
se me hizo un poco largo, sin embargo llegamos en 10 minutos; en el espacio
estaba Jhonnatan (que se ve muy diferente a la foto del correo), cuatro
personas que estuvieron en el primer módulo y tres personas que llegaron
nuevas.
Con calma aterricé la nave espacial para sacar los
materiales y mientras le daba tiempo a las otras personas para que llegaran
empecé a hacer el registro de los nuevos participantes; para sorpresa mía una
de las participantes nuevas era Martha quien había estado en el Laboratorio de
Tunja en el 2012 y que ahora está viviendo y trabajando en este municipio; me
contó un poco de su historia, de porqué estaba allí y me dijo que le sorprendía
mucho que me acordara de ella. En ese momento yo pensaba que así como yo estaba
viendo a una Martha muy diferente a la que conocí en 2012 ella también estaba
viendo a una Diana diferente.
Empezamos llegando a algunos acuerdos con el grupo
sobre horarios y fechas y arrancamos con unos ejercicios de cuerpo en donde
indagamos el movimiento. A la hora del almuerzo salimos todos y fuimos a un
restaurante cercano en donde el almuerzo no alcanzó para todos y tuvimos que
esperar mucho tiempo hasta que pudieran compensar lo que hacía falta con
algunas propuestas culinarias improvisadas.
En la tarde hicimos ejercicios de construcción
indagando un poco en los usos y funciones de los objetos e hicimos un primer
modelo. Salimos de allí con dos participantes quienes muy amables me
acompañaron hasta un hotel; me quedé cerca al centro y en la noche salí a
caminar por el parque central; estaba cansada, pero quería sentarme un rato y
ver a la gente, nada más, sin ninguna pretensión.
Para el segundo día, trabajamos en la sede del Centro
de Desarrollo Comunitario, jugamos, nos disfrazamos, hablamos de cosas serias,
indagamos en los términos Arte, Educación y discapacidad; nos enseñaron como
decir gracias y Boyacá en lengua de señas; hablamos de los cánones de belleza y
de nuestras experiencias frente al cuerpo diverso, modificado y cómo los
objetos modifican nuestro cuerpo; nos divertimos y al final de la tarde
evaluamos. La idea en la hora de almuerzo era ir en la tarde hasta el pueblito
boyacense, pero ya un poco por el cansancio propio de la jornada y por el peso
de nuestra nave espacial, preferimos acordar que haríamos en el siguiente
encuentro con un poco más de calma.
Por supuesto la tarea; como estuvimos indagando en los
objetos que modifican nuestro cuerpo o que son extensiones del mismo, el
trabajo para el próximo módulo consistía en que cada uno llevará su objeto
mejorado, pensando en el uso del mismo y en la calidad de los materiales;
además de la ficha técnica; la idea , como dice un libro que me regalaron, es
que den cuenta del proceso y del objeto mismo en forma de fábula o acróstico o
poesía y que pongan una imagen del objeto; todo esto pensado como parte de la
exposición.
Crónica
Módulo 3 Duitama
Melvy
Bocanegra
Cerrar el Laboratorio es un gran reto, pues implica
recoger todas las experiencias anteriores y centrarlas, concluirlas con una
vivencia contundente, que genere permanencia y reflexión. Salí de Bogotá con
Diana Castillo, quien haría el acompañamiento. Dormimos en la flota, miramos el
paisaje y nos angustiamos por la gran cantidad de paradas que hacía el
conductor.
Al llegar a Duitama nos dirigimos al Centro de
Desarrollo Comunitario donde me encontré con participantes que habían estado
desde el primer módulo y otros que comenzaron en el segundo. El trabajo fue
intenso y fructífero, se respiraba arte y creatividad. Lograron establecer
relaciones a través del movimiento y el sonido. Practicamos algunos ejercicios
de danza contacto que aprendí en las sesiones de trabajo con Concuerpos Danza
Inclusiva.
A la hora del almuerzo, volvimos al restaurante que
habían probado en el primer módulo mientras hablábamos de la situación del
país, del ejercicio de la profesión y de la situación de la discapacidad en la
región.
El reto más grande de la segunda jornada del día era
la construcción de una obra colectiva evitando cualquier comunicación verbal,
textual o gestual, hallando en la gráfica y en la acción plástica, nuevas
formas de relacionarse. Al finalizar nos fuimos con algunos de los
participantes al Pueblito Boyacense para ver el concierto de Petrona en el
marco del Festival Bolivariano de Cultura. Diana y yo recorrimos el pueblito y
encontramos un hotel acogedor, para luego reunirnos con el resto del Laboratorio.
Compartimos, reímos y aguantamos mucho frío durante el concierto.
Al día siguiente nos encontramos temprano e iniciamos
la sistematización plástica de la experiencia. Los participantes se
concentraron mucho y trabajaban con ánimo pues la actividad era contra reloj.
Para mí el tiempo era infinito, lento, pero para ellos se pasó volando. La
experiencia de socialización y evaluación del Laboratorio dio como resultado un
grupo comprometido con el desarrollo artístico y cultural de la región y con un
gran compromiso social por la diferencia.
Volvimos a Bogotá satisfechas por el trabajo realizado.
CRÓNICA
LA RELIQUIA MÓDULO 1
Diana
Castillo
Llegamos a la Reliquia después de casi
cinco horas de viaje porque la salida de Bogotá y la carretera estaban muy
congestionadas por el Festival del Joropo; todo el camino estuvo lloviendo y
durante los dos días también. En la Asociación estaba la señora Nancy Beltrán
(directora de la Asociación), la señora Anita con sus hijo Jimmy con síndrome
de Down y sus dos nietos, también estaban tres personas de la tercera edad.
La
Sra. Nancy nos recibió muy amable, nos mostró el espacio y nos dijo que la
gente no había llegado por la lluvia; organizamos las cosas y en cuanto el
grupo se completó, empezamos. Hice la presentación del Laboratorio utilizando
una cartulina y pegando las imágenes que había impreso porque no teníamos video
beam; a medida que avanzamos doña Nancy seguía llamando a otras personas que
ella había invitado. Mónica Romero mientras tanto, estaba pendiente de los
materiales, las personas y sus dudas.
Más
o menos a las 11: 00 am había un grupo de quince personas entre personas de la
tercera edad, personas en condición de discapacidad y sus cuidadores, un Educador
Físico quien es profesor y su novia que es ambientalista; al terminar la
presentación del Laboratorio seguimos con el ejercicio de la máquina y cerramos
con un ejercicio de trazo sobre papel utilizando pintura y las extensiones.
Al
llegar el medio día la gente se estaba despidiendo porque tenían que ir a
almorzar en ese momento doña Nancy propuso que para el domingo se hiciera el
almuerzo allí, para que los participantes no tuvieran que desplazarse a las
casas; todos estuvieron de acuerdo y empezó la coordinación para el sancocho,
es decir, ¿quién trae qué? ¿Quién se ocupa de qué? Cuando terminamos de
concretar la logística del Sancocho, acordamos reunirnos de nuevo a las 2:00 pm
para seguir con el Laboratorio.
Nosotras
fuimos a comer carne en un sitio cercano que nos recomendaron y el hijo de doña
Nancy nos llevó en moto hasta allí. Almorzamos y volvimos al espacio; ya un poco
con más calma organizamos los materiales y la actividad.
Dos
chicos en silla de ruedas (Jeferson y Carlos) se quedaron en la Asociación y
doña Nancy se encargó de conseguirles algo para almorzar. Empezamos a las 2:30
pm con un ejercicio de historias de vida que se prolongó toda la tarde. Nos
estaban invitando a las malocas a ver las actividades pero primero teníamos que
ir al Hotel; tomamos un taxi y el taxista no sabía dónde quedaba el hotel y
estuvo preguntándole a todos los compañeros; cuando por fin llegamos, descargamos
y salimos a dar una vuelta y a comer algo.
Al
día siguiente en la mañana vimos el video de Judith Scott que fue un ejercicio
de apreciación, donde los participantes mostraron su conmoción por la historia
de esta mujer y valoraron el potencial del arte para abrir opciones de vida.
Después, dispusimos la actividad el sancocho como una metáfora del trabajo
colaborativo. En la tarde hicimos un ejercicio de construcción con materiales,
cada grupo tenía que hacer una escultura; primero se hizo el boceto y después
se hizo la construcción; cerramos con una lista que recogiera un poco los
conceptos y lo que habíamos trabajado en los dos días.
Es
un grupo muy parecido a Bojacá 2014, pero hay más personas de la tercera edad;
al final hablamos con Doña Nancy y con su hijo Alex y les sugerimos invitar a
más personas para el siguiente módulo.
CRÓNICA
LA RELIQUIA MÓDULO 2
Melvy
Bocanegra
Viajo con frecuencia a Villavicencio por
asuntos familiares y siempre me preció un camino corto; sin embargo, este día
tenía afán por llegar a trabajar, llenándome de preocupación por el recorrido.
La lluvia y la construcción de varios túneles dificultaron el trayecto. Al
llegar a la Asociación había varios participantes hablando, verificamos datos,
ordenamos los materiales y comenzamos la actividad.
En este
módulo había más profesionales y personas con discapacidad por lo que el
trabajo se pudo centrar y profundizar. Trabajamos algunas imágenes de sus
entornos cotidianos, ejercicios de cuerpo y finalmente unas máscaras que nos
permitieron hablar del desarrollo psicológico de una persona en situación
diferencial y el rol de la comunidad en su autoestima. El grupo era diverso en edades, formaciones y
lenguajes lo que enriqueció la creación.
Esa noche descansé en el hotel desde muy
temprano. A la mañana siguiente y con un gran aguacero llegué a la Asociación y
esperé a los participantes. Recordaba una anécdota de dos profesores que fueron
a la Universidad Nacional del Amazonas donde tenían que dar una conferencia, la
cita era a las 8:00 a.m., amaneció lloviendo y ellos muy rolos hicieron lo
imposible por llegar, con su ropa lavada en agua entraron al recinto pero no
había nadie. Esperaron casi dos horas, cuando los anfitriones llegaron, ellos
muy molestos les reclamaron la tardanza y la respuesta que obtuvieron fue: “la
naturaleza tiene su propio tiempo y nosotros como parte de ella debemos atender
a ese tiempo, ¿a quién se le ocurre salir a mojarse? Ni siquiera un animal lo
hace” La reflexión de los profesores se dirigió a la alienación del tiempo de
la máquina que trajo la revolución industrial y la luz eléctrica y la escucha
que debemos tener hacia la naturaleza.
Finalmente las personas llegaron. El
trabajo de cartografía corporal fue muy rico en exploración del movimiento y las extensiones. El módulo acabó con una
reflexión sobre la importancia del diálogo y la validación de diversas
experiencias.
CRÓNICA
LA RELIQUIA MÓDULO 3
Marcela
Garzón
Melvy
Bocanegra
Día 1
Viaje sola, primer taller sin
acompañamiento, ruta difícil y trancada,
poco a poco el calor se hacía presente, el cambio en la configuración
del paisaje me hacía sentir fuera de lo que había conocido con los
Laboratorios: Cundinamarca y Boyacá; llegaba al Meta, por una carretera que
desafía constantemente lo natural, grandes túneles que perforan las montañas y
acortan distancias.
Llegué después de un viaje de 6 horas y
me recibió el hijo de doña Nancy quien me mostró el lugar y me ubico mientras
esperábamos que llegaran las personas con las que estaríamos cerrando el
laboratorio en la Reliquia. Recorrimos el lugar y pregunt é sobre lo que allí
hacían, cómo funcionaba lo comunitario, hace cuánto tiempo estaban allí, con qué
personas trabajan, cuál era su relación con el arte y la discapacidad, me
asombraba mucho ver como se instalan otras dinámicas dentro de los espacios no
formales y como estas dinámicas tienen un impacto tan fuerte en el territorio.
Iniciamos el trabajo con una
conversación sobre las etapas anteriores del Laboratorio. El afán que traía
conmigo en el viaje desparece y lentamente se instala el deseo de estar en el
lugar de manera tranquila, leyendo el tiempo que transcurre de manera
diferente; la costumbre de ser efectivos, de hacer la mayor cantidad de
actividades en el menor tiempo, de usar los recursos eficientemente, de ser
integral con el tiempo, las reflexiones, el registro…. Ese afán cotidiano de la
ciudad tuvo que detenerse y me obligué tranquilamente a leer el contexto de una
manera más calmada, respirando al ritmo de la comunidad, de sus decisiones, de
sus pausas, de sus maneras de hacer.
El módulo giró en torno a los quehaceres
cotidianos, a pensar esto dentro de la
creación individual y colectiva, trazando lazos de confianza y la construcción
de mundos individuales que giran en un mismo universo.
Día 2
El segundo día del tercer módulo
programado para el 19 de Julio no se pudo realizar pues el acueducto nuevo de
la Reliquia, que lleva dos meses, convocó a una reunión. Volvimos a programar
ese último día para el sábado 08 de Agosto pero días antes un torrencial
aguacero tumbó el techo de la sede de la Asociación Comunitaria. Así que el
pasado 30 de Agosto hicimos el cierre.
Las personas llegaron muy cumplidas y
con un grupo grande de niños, adultos, adultos mayores, personas con
discapacidad y sus cuidadores iniciamos el cierre. Por la distancia entre un
encuentro y el otro, el cierre también tenía una forma de acogida. Trabajamos
en torno a la cartografía social, su lugar ideal, el apego al territorio y la
responsabilidad de cada uno de ellos de generar un impacto en sus familias y su
comunidad.
Pintamos, construimos, almorzamos juntos
y hablamos. Los participantes manifestaron su emoción por participar en un
evento como el Laboratorio, pues es la primera vez que el arte y la cultura
entra en la Reliquia.
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